martes, 22 de septiembre de 2009
LA GITANITA - Historia Evangelística infantil
FIGURA 1
Había una vez un gran pintor.
Le habían encargado que pintara un cuadro de la crucifixión de Jesús para colocar en una Iglesia. El pintor trabajaba afanosamente. Quería que aquel cuadro fuera excelente y lo estaba consiguiendo. Una tarde, cansado de trabajar, salió fuera de la ciudad. Fue a un parque y se sentó cerca del lago. De pronto, oyó una vocecita que cantaba.
FIGURA 2
Miró y vio a una gitanita que cantaba y bailaba para atraer su atención y ganarse algunas monedas.
¡Qué hermosa era! ¡Qué lindo cuadro podría pintar con esta gitanita! ¡Qué bien lo vendería!...
-¡Niña! -dijo entonces el pintor- Si quieres ganarte unos buenos pesos, ven a mi estudio y pintaré tu retrato. ¿Cómo te llamas?
-Pepita -contestó la niña con ojos brillantes.
-Pues, Pepita, te espero el jueves temprano en mi estudio, en la calle Alta.
FIGURA 3
El jueves Pepita se presento tempranito, en el estudio del pintor. Miró admirada para todos lados.
Pero de repente, sus ojos oscuros quedaron clavados en un lugar: el cuadro de Jesús crucificado, que estaba casi listo.
Quedó inmóvil. Muda pero de pronto preguntó: ¿por qué están matando: así a ese hombre?
-A ti, no te importa -contestó el pintor fastidiado
Ven aquí que ya empiezo tu cuadro. Pepita, asustada, obedeció.
Pero al jueves siguiente, vino aún más temprano.
Calladita, fue derecho a contemplar aquel cuadro cada vez que le tocaba venir, hacía lo mismo.
FIGURA 4
Un día no aguanto más y tímidamente volvió a preguntar:
Dígame, señor, una sola cosa nada mas ¿por qué lo mataron así a ese hombre? ¿Era tan malo?
-No. Era muy bueno -contestó el pintor.
Pepita se le quedó mirando con los ojos muy grandes.
Para que dejes de molestarme, te voy a contar la historia de una vez dijo el pintor de mala gana.
Para el la historia de Jesús era solo una vieja historia.
No le interesaba, solo quería pintar, ganar mucho dinero y divertirse.
Pero cuando la pobre Pepita oyó la antigua historia, las lagrimas comenzaron a salir como arroyos de sus hermosos ojos.
El pintor se sorprendió un poco y también se sintió conmovido, pero enseguida se puso a hacer otra cosa.
Llegó el último día en que Pepita debía posar. El pintor fue a sacar el dinero para pagarle. Como
de costumbre, Pepita, no bien tuvo un momento libre, corrió a contemplar el cuadro de la cruz.
Cuándo el pintor volvió, la pequeña gitana se dio vuelta, lo miró y con los ojos bañados
en lágrimas le dijo “Todo eso hizo él por usted... ¿y usted qué hizo por Él?”
El pintor se sobresaltó Agachó un momento la cabeza y luego dijo con voz enronquecida "Vete, Pepita".
FIGURA 5
Pasaron los días. Las palabras de Pepita golpeaban dentro corazón del pintor “Todo eso hizo él
por usted... ¿y usted qué hizo por él?
Una noche, mirando el cielo estrellado, sintió que un arroyo de lágrimas comenzaba a brotar de su propio corazón.
Con voz temblorosa empezó a decir: "Dios, Señor mío... me he ido tan lejos de ti desprecie tanto tu amor.
Desde esa hermosa noche en que volvió a encontrarse con Dios, el pintor pensaba ¿Qué puedo hacer para demostrarle mi amor y mi agradecimiento?.
De repente se le ocurrió una idea: iba a pintar un cuadro. Un cuadro diferente.
FIGURA 6
Entonces pinto el rostro de Jesús, con su hermosa cabeza inclinada y lastimada bajo la corona de espinas.
Mientras lo pintaba, mas veces se detuvo a secarse las lágrimas, porque esta vez pintaba con todo su corazón.
Al pie del cuadro escribió estas palabras:
"TODO ESTO HICE YO LO HICE POR TI, ¿QUÉ HAS HECHO TU POR MÍ?
El hermosísimo cuadro colgó muchos años en una galería de arte.
Muchas personas, al contemplarlo, fueron tan conmovidos que se volvieron a Dios.
Pasó mucho tiempo.
Una noche muy fría el pintor estaba cómodamente sentado en su casa cuando llamaron a su puerta.
Era un hombre pobre, de ojos oscuros.
-Señor pintor -dijo el hombre- por favor, venga conmigo. Allá en un campamento gitano hay una enferma muy grave que ruega verlo.
FIGURA 7
El pintor, sin preguntar más se abrigo y siguió a aquel hombre en la noche helada. Llegaron al campamento.
Entraron en una carpa apenas alumbrada por una vela. Tirada entre unas mantas en el suelo, había una joven.
El pintor se arrodillo para verla mejor y entonces exclamo:
"¡ Pepita! ¿Eres tú?
Una voz muy débil le contesto: -Sí, señor... Lo he llamado para que me diga... si ese hombre del cuadro... murió también por mi...
-Sí, hija mía -contesto el pintor emocionado- Jesús murió también por ti.
-Yo... hice cosas muy malas – dijo Pepita
-Yo también pepita dijo el pintor.
Pero Jesús murió para limpiarnos de todo el pecado
Solo tienes que pedírselo ¿ Y sabes hija? El esta aquí a tu lado. Porque el no quedo muerto volvió
a vivir a los tres días, porque Él es DIOS.
ÉL ESTA AQUÍ PEPITA. Y quiere perdonarte, abrazarte muy fuerte y quiere llevarte a vivir con el allá en su hermoso hogar donde no existe el dolor.
El pintor y pepita tomados de la manos comenzaron a hablar con Jesús.
Pepita sonreía y decía “TODO ESTO HICISTE POR MÍ”. “TODO ESTO HICISTE POR MÍ”.
Gracias Señor Jesús, GRACIAS.
Y a la madrugada, Pepita tranquila y feliz como nunca, fue a vivir para siempre con Jesús.
FIGURA 8
El pintor salió afuera de la carpa y mirando al cielo, ya estaba amaneciendo y repitio suavemente.
“Gracias Señor Jesús, GRACIAS porque hoy pude hacer algo por ti”.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
lunes, 14 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
HISTORIA EVANGELISTICA PARA NIÑOS: MI MEJOR AMIGO
FIGURA 1
Nico estaba sentado en la puerta de su casa nueva, él estaba muy triste. Prarecia tan solitario que su perrito Topy llegó cerca para consolarlo. Topy ladraba y lo lamía sin parar para intentar distraer un poquito a su amo Nico, pero parecía que nada lo animaba.
-Vos sos un excelente amigo, Topy. Pero a mi me gustaría tener amigos de verdad para jugar al fútbol, andar de bicicleta y un montón de cosas más.
Topy movió la cola comprensivamente.
El entendía como se sentía solo su amiguito. El papá de Nico habia encontrado um empleo de gerente en una nueva fábrica en una pequeña ciudad, cerca del campo.
El lugar era muy bonito, pero ya se habían pasado varios días y Nico no habia hecho ninguna amistad y eso lo dejaba muy triste.
De repente aparecieron dos chicos corriendo. Eran Mario y Francisco.
Llevaban mochilas, varas de pesca y una pelota. Seguro que iban de pic nic a la orilla del río.
Cuando llegaron cerca, levantaron la mano, lo saludaron y continuaron caminando.
-¿Viste Topy? Nadie me invitó. ¡Jamás hare nuevas amistades en esta ciudad! Topy respondió ladrando tristemente.
FIGURA 2
Atrás de ellos venÍa otro chico de la escuela. Era Carlos, el hijo del dueño de la fábrica donde trabajaba el padre. Era de una familia muy rica. Carlos era muy mimado por todos, y en la escuela todos querían ser su amigo.
-¡Carlos ni me va a mirar!- Pensó Nicolás, pero... que sorpresa!!! Carlos llegó cerca y le dijo:
-¡Hola Nicolás! ¿Que hacés con esa cara tan fea en un día tan lindo como este? ¿Te gustaría venir conmigo al río? Mario y Francisco también van.
¡Nicolás dio un salto de alegría! Entró colando en la casa para pedir permiso a su mamá.
FIGURA 3
Ella lo dejó ir y preparó un sabroso almuerzo para todo el grupo.
Nicolás le dió un beso a su mamá y ya salía corriendo cuando la escuchó decir:
-Nicolás, se que tenés muchas ganas de hacer nuevas amistades aquí, pero nunca te olvides que vos ya tenés el mejor amigo que alguien pueda tener. Jesús vive dentro de tu corazón desde que lo invitaste a entrar hace tres años. No cambies la amistad de Jesús por nada ni nadie en el mundo.
-¡Ya lo sé mamá! –respondió Nicolás aunque no entendía por que su mamá le estaba diciendo eso.
FIGURA 4
Nico y Carlos fueron todo el camino conversando sobre fútbol, escuela, juegos....hasta que llegaron al río. Era un lugar muy lindo. Mario y Francisco hicieron mala cara cuando vieron a Nicolás, pero como venía acompañado de Carlos no dijeron nada.
Enseguida agarraron la pelota y comenzaron a jugar. Como Nicolás jugaba bien a la pelota los chicos lo trataron bien, todos se estaban divirtiendo mucho.
Llego la hora de comer y Nicolás saco el almuerzo que su mamá había mandado. Los chicos encendieron un fuego para cocinar unas salchichas que habían traído.
Mario estaba recogiendo leña seca cuando vio una plantación de choclos del otro lado de la cerca.
-¡Chicos se me ocurrió una idea genial! – dijo Mario muy alegre- ¡Acabo de descubrir una plantación de choclos enormes! ¡Podemos comer choclos asados también! ¡Son deliciosos asados!
-Yo tengo una idea mejor! Tenemos que saber si Nicolás es valiente lo suficiente para pertenecer a nuestra barrita. –dijo Francisco mirando a Nicolás y levantando el dedo dijo
- Nico, andá a la plantación y sacá unos 12 choclos. ¿Entendiste?
FIGURA 5
Nicolás los miró sorprendido y preguntó:
¡El dueño de la plantación los autorizó a sacar choclos a ustedes?
Los tres se miraron y…
Jajajajajajajajajaja. ¿Pedir autorización? Jajajaja. ¿Estás loco? Vos saltás la cerca y agarrás unos choclos. ¿Es tan difícil de entender?
-¡Yo no, esos es robar!
-¡Jajajajajajaja miren como tiembla el mujercita! ¡Miedoso! ¡Cobarde!! ¡No puede hacer parte de nuestra barra, es un gallina!
- No tengas miedo- dijo Carlos colocando la mano en el hombro de Nicolás. Yo me quedo de campana, si el dueño aparece nosotros te defendemos. Y acordate de lo feo que es no tener amigos, si vas, podrás ser de nuestra barra.
Que lucha se travó en el corazón de Nicolás. La voz de su amigo Jesús le hablaba en su corazón con clareza.
-“Nicolás, si robas demostrarás que no eres mi amigo. Yo morí en la cruz por esos pecados, y tú ya pediste perdón por ellos, y ya fuiste lavado con mi sangre. Tú dijiste que me amabas, y si me amas de verdad, obedece!”
FIGURA 6
Nicolás conocía muy bien esa dulce voz, era la voz de su mejor amigo Jesús. Nico queria obedecer, pero era tan difícil.
¡Nico había esperado tanto para encontrar nuevos amigos, y además quería tanto ser amigo de Carlos!
- ¡Y ahí! ¡Que vueltero que sos! ¡Si no buscas esos choclos podes desaparecer de acá!
Nico tragó saliva, saco pecho y dijo firmemente decidido:
-¡Ya dije que no voy! ¡Eso es robar y yo no voy a robar jamás!
-¡No seas tonto! ¡Nadie se va a dar cuenta! Gritó Francisco visiblemente irritado.
-¡Pero si todo el mundo hace eso!-retrucó Mario.
- ¡Que me importa que todo el mundo lo haga! Eso no es correcto y no lo pienso hacer. Yo tengo un pariente agricultor y sé cuanto sé cuesta cultivar choclo. Esos choclos cuestan dinero para el agricultor y yo no voy a robar a nadie. ¿Les quedó claro? ¡Además, yo ya tengo el mejor amigo que alguien pueda tener, su nombre es Jesús!
Nicolas dió media vuelta em médio de muchas cargadas y carcajadas. Sentía un nudo en la garganta, pero una paz inundo su valiente corazón. Él sabía que había agradado a su fiel y amoroso amigo Jesús.
Nicolás había preferido la amistad de Jesús en lugar de la de aquellos chicos, ahora sabía que se quedaría solo, y que seria el centro de los chistes y cargadas en el barrio y en la escuela … pero no estaba ni un poco arrepentido con su decisión. Meditando em todo eso ni se dió cuenta que Carlos venía corriendo atrás de él.
FIGURA 7
-¡Nico, Nico... esperá un poco! ¡Vos tenés razón! Yo nunca había pensado de esa manera, no me había dado cuenta que eso es robar. ¿Y sabés una cosa? Desde que me junto con esos chicos he hecho muchas cosas que me incomodan y que sé que no son buenas. ¿Me perdonás? .
- ¡Claro! -respondió Nico muy feliz.
-¿Vamos a pescar? –convidó Carlos.
- ¡Vamos amigo! - respondió Nico.
A partir de ese día Nicolás y Carlos se hicieron amigos inseparables.
¡Nico estaba muy feliz por haber elegido la amistad de Jesús!
¡Y pasados algunos días, él también ganó un nuevo amigo para Jesús! Sí, es que Carlos quiso ser amigo de Jesús y entonces abrió su corazón y lo invitó a entrar. Ahora aparte de ser grandes amigos, Nicolás y Carlos eran hermanos.
¿Y vos amiguito, quien es tu mejor amigo?
viernes, 4 de septiembre de 2009
HISTORIA EVANGELISTICA PARA NIÑOS: EL DUEÑO DE MI CORAZÓN
Figura 1
Era la noche del 31 de diciembre, y en la casa de Gladis reinaba la alegría, todos esperaban emocionados la llegada del año nuevo.
Los niños cantaban felices, el papa y la mama organizaban la cena -que prometía ser deliciosa y abundante. Todos estaban felices.
Figura 2
Todos menos Gladis, que en ese día había peleado con sus hermanos. Discutió con sus compañeras, respondió mal a su mamá y desobedeció a su papá cuando le pidió que preparase la mesa para la cena. Cuando su abuela le pidió que comprase una gaseosa robó el vuelto.
Gladis estaba mal-humorada. Ella pensaba que era ridículo eso de cenar con la familia, abuelos, tíos, primos, etc. Sabía que al final de la cena le harían la misma pregunta de siempre:
-¿Gladis, quien es el dueño de tu corazón?
Todos ellos hablaban siempre del amor de Jesús, pero Gladis no se importaba con nada. Entonces prefirió ir a su cuarto y dormir.
Figura 3
Muy lentamente sus ojos se cerraban cuando de repente un anciano de larga barba blanca se aproximó de su cama y le dijo:
-Ven conmigo hijita, antes de que me vaya quiero que me acompañes en un paseo.
Asombrada, Gladis miro bien al viejito que parecía cansado, y decidió acompañarlo. Estaba muy aburrida en aquella noche y caminar parecía una buena idea.
Caminaron, caminaron hasta que llegaron al frente de una casa muy extraña.
Figura 4
El viejito se paro al frente y entonces abrió la puerta. Los dos entraron. La casa estaba en tinieblas. Había un mal olor y todo era un lío. Gladis se esforzaba mucho para poder ver algo. Cuando de repente...
Figura 5
Ohhhhhhhhhhhhhhhhh que seres espantosos había en aquella casa. Gladis no podía creer lo que veía. En el centro da la sala había un ser horrible sentado en un trono, y alrededor varios otros seres asquerosos, mal vestidos y tenebrosos.
Lentamente se aproximó uno de ellos y ella pregunto:
Figura 6
- ¿Quien es usted y que esta haciendo en este lugar?
Yo soy la señora mentira la dueña de esta casa me usa mucho, soy muy solicitada. Ella me llama para que la ayude a responder a sus padres, también cuando está con sus compañeras y con sus hermanos. Ah, me estaba olvidando, en la escuela soy muy útil también ¿Sabes? Soy muy creativa y siempre estoy preparada para salvarle el cuero a mi dueña. ¡Jajajajaja!
La mentira dio una carcajada tan horrible que a Gladis se le puso la piel de gallina.
Figura 7
Después de esta terrible vino otra, tal vez mas fea que la anterior! Tenia n aspecto tan agresivo!
-Yo soy la señora peleas! La dueña de esta casa me llama siempre para que resuelva sus problemitas. Conmigo no pierde ni una disputa! Yo se morder, patear, escupir , tirar el pelo, decir malas palabras, dar unas trompadas, tirar piedras… Yo se hacer exactamente todo lo que mi dueña ve en la televisión. Soy muy sucia. Jajajaja. En la escuela y en barrio siempre solicitan mi presencia. Que te pasa, porque me miras así, ¿querés pelear cabecita de fósforo?
Gladis se asusto y retrocedió unos pasos y se chocó con algo.
Figura 8
- ¡Eii, cuidado donde pisas! ¿No ves que tengo zapatos nuevos?
- ¡Perdón! -Dice Gladis apunto de llorar.
- ¡Sin problemas, yo soy vanidad! La dueña de esta casa anda conmigo todos los días. Yo siempre quiero más y más. No me importa nada, quiero ser siempre la primera, quiero comprar todo lo que veo, y si no compran hago un escándalo. Jajajaja. ¡Me quedo con los vueltos, le robo dinero a mis padres y abuelos y compro lo que quiero! Me gusta presumir y causar envidia cuando mi dueña compra algo nuevo. No dejo que mi dueña piense en otras personas. Me gusta ser el centro de las atenciones y … ahhh nooooo, mi cabello esta un espanto… me voy a peinarlo. ¡Chau!
Figura 9
Gladis mal podía creer en lo que veía. ¡Que casa más espantosa era esa casa! De repente escuchó unas carcajadas, entonces se da vuelta despacito y con miedo y consigue ver en la oscuridad otro ser tirado en un sofá.
-¡Hola! Soy la señora fiaca o pereza como más te guste. La dueña de esta casa me usa siempre, yo soy su sierva fiel. Cuando la mamá la llama para ayudar, limpiar, arreglar su cuarto, hacer los deberes… hay de pensar en todo eso ya me dio un desanimo…. En fin, en esos momentos terribles siempre aparezco y nos sentamos a ver televisión, o nos ponemos a jugar a los video games y no hacemos nada. ¡Yo odio obedecer! Tengo pereza hasta en la hora de tomar baño, de levantarme de la cama para ir a la escuela, de hacer mandados, de limpiar… ¡Ehhh! ¡Correte, salí del medio! Me estás haciendo perder un capítulo de mi novela favorita, Salí de la frente de la televisión! Yo no me pierdo ni una novela.
Figura 10
Jajajajajaja – se reía un ser horrible que estaba sentado en el trono. Com uma voz poderosa dice:
-En esta casa mando yo. Yo soy el REY PECADO, y estos son mis siervos. Y a cada año que pasa ellos aumentan en esta casa. ¡Nadie nos expulsa de aquí! ¡NADIE!
Y haciendo una silenciosa pausa dice...
-Bueno de verdad, existe alguien que puede expulsarnos, pero vos nunca sabrás quien es, NUNCA Jajajajajaja.
Gladis comenzó a llorar desconsolada.
El anciano la tomó de la mano:
-Vení conmigo, te voy a mostrar algo. Yo te voy a hablar de esta persona que no te quisieron hablar.
Figura 11
Saliendo de la casa llegaron a un monte y allí había un hombre colgado en una cruz.
-Ohh ¿por que ese hombre tiene que sufrir y morir así?
El Hombre de la cruz levantó su cabeza y mirándola tiernamente dice:
-Es por ti, Gladis.
Figura 12
- ¿Mas por qué derramas tu sangre de esa manera?
El Hombre respondió:
-Para poder lavar tus pecados, es la única manera de sacar tus pecados de tu corazón. Solamente mi sangre puede lavar tu corazón y hacerlo de nuevo.
Figura 13
En cuanto Gladis pensaba en lo que oía , se encontró nuevamente en su cuarto, y allí también estaba aquel Hombre maravilloso que había visto en la cruz. ¡Pero ahora estaba vivo y resplandeciente! Él extendía sus brazos en amor en cuanto le decía:
-Hija, deja que entre en tu vida, estoy golpeando en la puerta de tu corazón, permite que sea el dueño de tu corazón.
Gladis no entendía bien que quería decir eso. Ella se acordó de la pregunta que siempre le hacia su abuela.
¿Quien es el dueño de tu corazón?
Figura 14
El anciano dulcemente explica:
Hijita, te acordás de aquella casa que fuimos a visitar? Es tu propio corazón, él está lleno de cosas feas. Pereza, vanidad, peleas, mentiras, robos, está lleno de pecados.
Pero Jesús, el hijo de Dios pago en la cruz el castigo por cada cosa mala y fea que hiciste. Él entregó su vida en lugar de la tuya, recibió el castigo por tus pecados. Murió, mas al tercer día resucitó. Y ahora esta esperando que abras la puerta de tu corazón, para que todos aquellos pecados sucios, sean expulsos de tu corazón y así Jesús pueda ser el dueño de tu corazón.
Yo soy el año viejo, y me voy y no volveré nunca más. Vos nunca fuiste feliz en este año, porque tu corazón estaba lleno de tinieblas y pecados. Ya me estoy yendo... Toma la decisión rápido hijita, y que en este año nuevo, Jesús pueda ser EL DUEÑO DE TU CORAZÓN.
El anciano se dio vuelta y comenzó a salir del cuarto. En esa hora los fuegos artificiales comenzaron a explotar, luces y mucha alegría se oían desde la ventana del cuarto.
Figura 15
¡Gladis despertó asustada! ¡Había sido un sueño, pero parecía tan verdadero! ¡Que alegría poder tomar una decisión tan importante en este año nuevo!
Figura 16
Entonces Gladis se arrodilló al lado de su cama y con mucha reverencia oró:
- Señor Jesús muchas gracias por este sueño, aunque no pueda verte, sé que estás aquí. Me arrepiento de todas cosas feas y de los pecados que cometí, perdóname y limpia mi corazón con tu preciosa sangre. Yo abro la puerta de mi corazón para que entres Jesús, no quiero mentir más, ni quiero ser perezosa, ni vanidosa, no quiero pelear ni quiero pecado dentro de mi corazón., Señor Jesús, solamente tú puedes sacar los pecados de mi corazón. ¡Desde hoy Señor Jesús te invito para que seas EL DUEÑO DE MI CORAZÓN, quiero amarte, obedecerte e servirte siempre!
Figura 17
Gladis se levantó muy feliz, por primera vez se sentía completamente alegre, leve, parecía como si le hubieran sacado un gran peso de sus espaldas. Jesús había lavado su corazón y le había sacado todos sus pecados, ella se sentía libre. Comenzó a saltar de alegría, abrió la puerta do su cuarto y corriendo gritaba para todos: JESÚS ES EL DUEÑO DE MI CORAZÓN, JESÚS ES EL DUEÑO DE MI CORAZÓN!!! ALELUYA!!!. Esa era la mejor noticia para toda la familia, que se abrazaban y con los ojos llenos de lágrimas agradecían a Dios por este nuevo año que comenzaba lleno de bendiciones.
Conclusión:
Y tú amiguito, ¿Como está tu corazón en este momento? ¿Has peleado, mentido o has tomado algo que no es tuyo? ¿Has hecho cosas que no agradan a Dios? Eso tiene nombre, se llama pecado. Jesús puede sacar todas esas cosas malas de tu corazón. Él quiere ser el dueño de tu corazón. ¿Quieres abrir la puerta de tu corazón para que entre? Apocalipsis 3:20